Máximas clásicas y mínimas barrocas 1
- Decimos de quien se casa que “contrae matrimonio” como quien contrae una enfermedad, toda vez que “contraer” significa también “reducir, estrechar” y sabemos desde antiguo que no es lo mismo el matrimonio que el patrimonio.
- La atracción física es química.
- Si la sed demuestra que el agua existe, ¿qué demuestra el deseo de inmortalidad?
- Los no fumadores tienen peores humos que los fumadores.
- El dibujo es la cortesía del pintor.
- Con la liberación femenina, las mujeres han perdido la vergüenza, pero no el miedo.
- Los jirones de tela que se prenden en las alambradas son las banderas del país del inconformismo.
- Las nubes son puntos suspensivos escritos en la página del viento.
- Quien cree haber hecho lo suficiente, no ha hecho todavía nada, por lo menos nada nuevo.
- La lírica es femenina, la épica masculina.
- Si uno tiene más razón que otros cien mil, uno es mayoría.
- Lo que vemos son distintos niveles de sombra. La luz es invisible.
- La esperanza modifica los recuerdos.
- La hora de la verdad es la de encontrarse a sí mismo en lo objetivo, cuando uno se dispone a ser fiel sólo a su propia veracidad.
- Asumir nuestra incertidumbre en lugar de disimularla es una buena forma de adaptarse a las circunstancias. Bien mirado nunca es tarde para empezar a vivir.
De «Tierra firme de la fantasía«, 2004
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!